Rebel without a cause.

Jean Paul rompe de nuevo con las reglas:

Desde el día en que el prodigio de la moda, Jean Paul Gaultier, anunció su retirada del convencional sistema del diseño de moda tras el desfile de alta costura primavera 2020, el mundo entero (tras superar la conmoción provocada por la decadente noticia) estuvo preguntándose quién sucedería el trono de tamaño imperio. Sin embargo, acorde con la siempre sorprendente imprevisibilidad que caracteriza al couturier francés, no hay un mero sucesor que releve de los mandos a Gaultier, sino que son múltiples los personajes que ya han hecho un fugaz acto de presencia en la firma. 

Courtesy: Pinterest.
Jean Paul Gaultier 

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2020 otoño couture










Habiendo empezado esta original manera de explorar todas las facetas e interpretaciones que la audiencia puede darle a la moda a nivel particular, en la cual directores creativos externos se abalanzan sobre el reto de crear una colección a la enfants terribles, con el desfile de alta costura de otoño 2021, a día de hoy ya contamos con tres temporadas cuya creación fueron relegadas a terceros. En orden cronológico, nos encontramos en primer lugar a Sacai Chitose Abe; seguidamente sobre la pasarela de Primavera 2022 vimos las creaciones de Glenn Martens; y más recientemente, Olivier Rousteing lució sus talentos para el otoño 2023. 

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Sacai Chitose Abe

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Glenn Martens

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Olivier Rousteing










El ascenso del último hasta su estatus actual es acontecimiento propio de los filmes más fantásticos de Hollywood. Se trata de un relato que infunda verdadera esperanza, pues aunque en un principio resulta incluso difícil de creer, Roustering se convirtió en el director creativo de Balmain a la impresionante edad de veintiún años. Y a pesar de que él haga parecer su puesto como una actividad lúdica lejos de cualquier sufrimiento, la realidad dista de esta bella ilusión, ya que el propio Olivier ha desmentido esta creencia popular con diversos relatos sobre las dificultades de encontrarse desamparado como un joven creativo negro en una industria que antepone la exclusividad a la inclusividad. 

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Olivier Rousteing en Balmain

Retomando el cauce inicial del texto, podemos admirar claramente como cada diseño refleja la estética particular de su respectivo creador mientras, a un mismo tiempo, continúan contando la historia de una de las casas más importantes de alta costura ya no sólo en la perspectiva francesa, sino también en todo el panorama mundial. 

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También cabe subrayar los deliciosos contrastes que se generan cuando los opuestos se confrontan. Por ejemplo el desconstructivismo y el detallismo propios de Sacai, quien interpreta las colaboraciones como el nacimiento de un nuevo producto inalienable, del mismo modo en que una persona aunque no deje de ser sangre de sus padres es su propio individuo; se encara de forma orgánica con la mentalidad de Martens. 

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Sacai

Courtesy: Vogue Runway.
Gaultier por Sacai










Este tiene preferencia por los rompecabezas, es decir, enviar un mensaje encriptado a través de la moda. Las primeras impresiones que causan sus colecciones en el publico son prácticamente opuestas al significado que las capas de tela esconden, para Jean Paul en concreto se decidió a crear una versión “madura” del estilo del francés, no obstante, tras un mirada de escrutinio se desvela el pilar de la marca: la travesura sensual, la cual si bien es menos sinuosa es más enigmática dada su naturaleza misteriosa. 

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Y/Proyect 

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Gaultier por Martens










Por otro lado, el desfile ideado por Olivier Rousteing sale de los convencionalismos occidentales (aún siendo Chitose Abe de nacionalidad japonesa) que los anteriores proponen en sus respectivas vestimentas. En el emotivo documental wonder boy, las cámaras acompañan a Roustering en la agridulce búsqueda de sus padres biológicos, descubriendo que ambos son africanos, lo que le proporciona lazos somalíes por parte de madre y etíopes por descendía paterna. Esta intercesión cultural toma un cariz muy significativo a nivel artístico cuando se equipará a una de las influencias más poderosas sobre la casa Gaultier: las culturas del sudoeste. En el desfile de prét-a-porter de 1994, descrito por la revista Vogue como "Una visión sorprendente de la armonía intercultural", se puede ver lo que es la inspiración archivada de la que el joven diseñador se ha nutrido para trazar un punto medio entre la auto expresión y el ADN de la firma. 

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Gaultier 1994

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Gaultier por Rousteing 










Si bien, estas referencias no se corresponden directamente con las substracciones con las raíces exactas del profesional a la cabeza de Balmain, si que comparten extensos terrenos en común, lo cual crea un ambiente de armonía enternecedora. Asimismo, otros elementos de cariz nostálgico han hecho acto de presencia en las colecciones de Rousteing, como el icónico empaquetado de las fragancias de Jean Paul, el cual tienen la apariencia de lujosas latas. No sólo se trata de un guiño de reconocimiento hacia el extraordinario bagaje que la marca ha ido recolectando a lo largo del tiempo, sino que rememora entrañables momentos de su infancia cuando un pequeño Olivier observaba a su padre aplicársela. 

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Gaultier por Rousteing 










Honestamente y tratando de opinar de la forma más objetiva posible, en lo concerniente a la colección Olivier Rousteing x Jean Paul Gaultier, diré que es argumentadle cuanto apelan la estética de esta a cada persona (del mismo modo que ocurre con el subjetivismo en toda pieza artística) pero tanto la ejecución como la forma en que cada detalle puede ser rastreado hasta un origen que rebosa consideración son sublimes. Realmente queda una cosa por añadir: el próximo intrépido que se lance a las fauces de Gaultier tiene unas expectativas considerables que cubrir.

Courtesy: Vogue Runway.
Gaultier 1994

Courtesy: Vogue Runway.
Gaultier por Rousteing 


















À bientôt,
Le Chaos.
 

Jean Paul breaks the rules again:

From the day the fashion prodigy ,Jean Paul Gaultier announced his withdrawal from the conventional fashion design system following the spring 2020 haute couture show, the entire world (after getting over the shock of the decadent news) has been wondering who would succeed the empire-sized throne. However, in keeping with the always surprising unpredictability that characterizes the French couturier, there is no mere successor to relieve Gaultier of command, but rather multiple characters who have already made a fleeting appearance at the firm. 

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Jean Paul Gaultier 

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2020 fall couture










Having started this original way of exploring all the facets and interpretations that the audience can give to fashion at a particular level, in which external creative directors take on the challenge of creating a collection à la enfants terribles, starting from the haute couture show of autumn 2021, today we already have three seasons whose creation was relegated to third parties. In chronological order, we find Sacai Chitose Abe first; then on the Spring 2022 catwalk we saw the creations of Glenn Martens; and most recently, Olivier Rousteing donned his talents for fall 2023. 

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Sacai Chitose Abe

Courtesy: Yahoo.
Glenn Martens

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Olivier Rousteing 

The latter's rise to its current status is an event befitting Hollywood's most fantastic films. This is a story that irradiates hope, because although at first it’s even hard to believe, Rousteing became the creative director of Balmain at the impressive age of twenty-one. And despite the fact that he makes his position seem like a playful activity far from any suffering, the reality is far from this beautiful illusion, since Olivier himself has denied this popular belief with various stories about the difficulties of finding himself helpless as a young black creative in an industry that puts exclusivity before inclusivity. 

Courtesy: Pinterest.
Olivier Rousteing at Balmain 

Going back to the initial flow of the text, we can clearly admire how each design reflects the particular aesthetics of its respective creator while, at the same time, they continue to tell the story of one of the most important haute couture houses, not only in the French panoramic, but but also across the world scene.

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It is also worth underlining the delicious contrasts that are generated when opposites confront each other. For example, Sacai's own deconstructivism and attention to detail, who interprets collaborations as the birth of a new inalienable product, in the same way that a person, although they do not cease to be related to their parents, is their own individual; organically meets the Martens mentality. 

Courtesy: Pinterest.
Sacai

Courtesy: Vogue Runway.
Gaultier by Sacai










This one has a preference for puzzles, that is, sending an encrypted message through fashion. The first impressions that his collections cause in the public are practically opposite to the meaning that the layers of fabric hide, for Jean Paul in particular he decided to create a "mature" version of the Frenchman's style, however, a look of scrutiny reveals the pillar of the brand: sensual mischief, which, although less sinuous, is more enigmatic given its mysterious nature. 

Courtesy: Vogue Runway.
Y/Proyect

Courtesy: Vogue Runway.
Gaultier by Martens










On the other hand, the parade devised by Olivier Rousteing departs from Western conventions (even though Chitose Abe is, as a matter of fact, Japanese) that the previous ones propose in their respective outfits. In the emotional documentary wonder boy, the cameras accompany Roustering in the bittersweet search for his biological parents, discovering that they are both African, which gives him Somali ties from the mother's side and Ethiopian ones paternally. This cultural intercession takes on a very significant artistic level when it is equated with one of the most powerful influences on the Gaultier house: the cultures of the Southwest. In the 1994 ready-to-wear show, described by Vogue magazine as "A startling vision of intercultural harmony," you can see what is the archived inspiration that the young designer has nurtured to draw a point medium between self-expression and signature DNA. 

Courtesy: Vogue Runway.
Gaultier 1994

Courtesy: Vogue Runway.
Gaultier by Rousteing 










Although these references do not correspond directly to the exact roots of the professional at the head of Balmain, they do share extensive land in common, which creates an atmosphere of touching sync. On the other hand, other nostalgic elements have made an appearance in Rousteings collection, such as the iconic packaging of Jean Paul fragrances, which have the appearance of luxurious cans. It is not only a nod of recognition towards the extraordinary baggage that the brand has been collecting over time, but also recalls endearing moments from his childhood when a young Olivier watched his father apply it.

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Courtesy: Vogue Runway.
Gaultier by Rousteing 










Honestly and trying to give my opinion in the most objective way possible, regarding the Olivier Rousteing x Jean Paul Gaultier collection, I will say that it is reasonable to argue how appealing its aesthetic is to each person (just like any subjective piece of art) but both the execution and the way in which every detail can be traced back to a source that is overflowing with consideration are sublime. There really is only one thing left to add: the next intrepid to jump into Gaultier's jaws has considerable expectations to live up to.

Courtesy: Vogue Runway.
Gaultier 1994

Courtesy: Vogue Runway.
Gaultier by Rousteing 










À bientôt,
Le Chaos.

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