Chronicles of the Met Gala: Chapter VII.

En la era digital:

En prácticamente toda película de ciencia ficción se presenta a los robots como unas creaciones despiadadas, capaces de conducir a la raza humana a la extinción sin sentir emoción alguna. No obstante, si hay una lección valiosa que extraer de la Met Gala de 2016, es que hasta en la inteligencia artificial se puede encontrar motivos de amor verdadero. 

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La paradoja más romántica jamás contada podría ser un buen título alternativo para este título, pero los fans de “She”: la película protagonizada por Joaquin Phoenix en la que el mismo explora los límites de un vínculo emocional con un sistema operativo llamado Samantha, entenderán mis advenedizas hipótesis. Todo este laberinto de palabras se reduce a dos palabras: Taylor y Joe. Y es que para todos aquellos que no estén al tanto de uno de los mayores romances del siglo XXI, en el primer lunes del mes de mayo de 2016, la cantautora Taylor Swift que ese mismo año ejerció como coordinadora del evento vestida en Louis Vuitton, tuvo su primer encuentro con el actor británico Joe Alwyn que lucia un traje de Burberry. 

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Taylor Swift

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Joe Alwyn (izquierda)






Tras esta introducción, o mejor dicho, pasados unos meses, se inició lo que sería una de las relaciones más tiernas en la cultura pop. Pero no sólo ellos hicieron historia sobre la alfombra roja, sino que otras parejas como es habitual en la gala debutaron sobre la alfombra roja, no obstante, esta edición pareció especialmente propicia para el amor independientemente de los distintos desenlaces que hayan acontecido posteriormente.

En primer lugar, Gigi Hadid y Zayn Malik se presentaron formalmente en el evento causando gran estrépito gracias a sus atuendos sincronizados, de Tommy Hilfiger el de la modelo y el segundo de Versace. 

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Zayn Malik y Gigi Hadid

Tampoco estuvieron ausentes Kate Bosworth y Michael Polish, quienes con sus muestras de afecto coronaron la velada (literalmente pues el estilismo de Dolce & Gabanna de Bosworth estaba aderezado con una corona de laurel). 

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Michael Polish y Kate Bosworth

Por otro lado, la menor de las hermanas Hadid, Bella, en un impresionante vestido de Givenchy se presentó con su entonces novio, Abel Tesfaye (“The Weeknd”), el cual actuó en la celebración. 

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Abel Tesfaye y Bella Hadid 

Finalmente, el matrimonio Whiteley-Statham ejerció como siempre acostumbra, su papel de pareja más sofisticada, para el cual Rosie se enfundó el un maxi vestido blanco que evocaba más a las clásicas figuras griegas que a Matrix. 

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Jasón Statham y Rosie Huntington-Whiteley

Como nunca es tarde si la dicha es buena, o por lo menos eso acostumbra a decir mi madre, aprovecharé para hacer un pequeño inciso en un apartado fundamental, la temática de la Met Gala 2016. Bautizada como “Manus x Machina: la moda en la era de la tecnología”, se podría describir como lo que se obtendría al fusionar los espaciales diseños de los años sesenta de Courrèges con la escenografía de la Guerra de las Galaxias. 

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No es ningún secreto que los avances en el ámbito de la tecnología constituyen una de las partes más fundamentales de nuestras vidas, tanto es así que tanto las generaciones mas avanzadas como las mas recientes han pasado a depender de los aparatos que forman parte de nuestro día a día. 

Habrá quienes vean esto como una realidad lamentable y otros que agradezcan la presencia de estos artilugios, pero dejando a un lado declaraciones subjetivas, todos debemos admitir que infinidad de laboriosos procesos han sido simplificados gracias a la tecnología. Esto no sólo ha incrementado las condiciones laborales, la calidad y esperanza de vida, el bienestar general y la comodidad a niveles generalizados, sino que también ha desencadenado una serie de consecuencias que se han extendido paulatinamente a el resto de ámbitos que conforman el mundo tal y como actualmente lo conocemos. 

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En la moda, desde un punto de vista puramente técnico, podemos hablar de lo sencillo que ahora resulta realizar un patrón en comparación con el gran trabajo matemático y manual que antes suponía, o también podemos dirigir la atención hacia la manufacturación textil y observar cómo ha progresado los procedimientos de elaboración y confección. 

Sin embargo, en un plano más creativo y por tanto abstracto, también podemos establecer un claro vínculo entre estas innovaciones y las tendencias que se han erigido a raíz de su llegada. A modo de ilustración, la década de los noventa con sus siluetas sencillas, combinaciones básicas y colores neutros muestra claramente el influjo de lanzamientos tecnológicos como el teléfono móvil, los portátiles  o las televisiones compactas; y la explicación es fácil de entender, cuanto menos complicado resulta ejercer acciones mundanas, más queremos que lo que vestimos sea igualmente simple. 

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Lindsay Lohan 

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Gisele Bundchen










Por lo tanto, no es de extrañar que la alfombra roja de la celebración estuviese plagada de efectos metálicos, líneas pulcras, retro futurismo, escalas de grises y accesorios desorbitantes. Kate Hudson, luciendo atelier Versace, fue una de las invitadas que mejor captó la esencia de la noche al encontrar el equilibrio entre la elegancia y una coraza de acero. 

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Kate Hudson 

FKA Twigs, optó por un color crema que en un inicio no evocaría la sensación deseada, pero que en compañía del corsé y la joyería que complementan el estilismo, es toda una obra de arte por parte de Versace. 

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FKA Twigs

El cabello oscurecido de la polifacética Emma Stone no fue la única grata sorpresa que propició en la gala, su vestido de Prada también fue todo un deleite a la vista. 

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Emma Stone

Por ultimo, es resaltable la forma en que Bette Midler dio todo un espectáculo con su traje de Suzanne Bartsch, la actriz no es una para defraudar.

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Bette Midler y Marc Jacobs


À bientôt,
Le Chaos.

 

One for the digital times:

In almost every science fiction movie, robots are portrayed as ruthless creations, capable of driving the human race to extinction without emotion. However, if there is a valuable lesson to be learned from the 2016 Met Gala, it is that even in artificial intelligence you can find reasons for true love. 

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The most romantic paradox ever told could be a good alternative title for this article, though I know fans of “She”: the movie starring Joaquin Phoenix in which he explores the limits of an emotional bond with an operating system named Samantha, will understand my upstart hypotheses. This whole maze of words boils down to two words: Taylor and Joe. And it is that for all those who are not aware of one of the greatest romances of the 21st century, on the first Monday of May 2016, the singer-songwriter Taylor Swift (who that same year served as coordinator of the event dressed in Louis Vuitton), had met for the very first time British actor, Joe Alwyn who was wearing a Burberry suit. 

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Joe Alwyn and Taylor Swift

After this introduction, or rather, after a few months, what would be one of the most tender relationships in pop culture began. But not only did they make history on the red carpet, as is usual at the gala, other couples debuted on the red carpet, however, this edition seemed especially conducive to love regardless of the different outcomes that have occurred later. 

First of all, Gigi Hadid and Zayn Malik formally presented themselves at the event causing a great deal of noise thanks to their synchronized outfits, the model being in Tommy Hilfiger and the latter in Versace. 

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Zayn Malik and Gigi Hadid 

Nor were Kate Bosworth and Michael Polish absent, who with their displays of affection crowned the evening (literally, since Bosworth's Dolce & Gabbana styling was decorated with a laurel wreath). 

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Michael Polish and Kate Bosworth 

On the other hand, the youngest of the Hadid sisters, Bella, in an impressive Givenchy dress, appeared with her then-boyfriend, Abel Tesfaye (“The Weeknd”), who performed at the celebration. 

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Bella Hadid and Abel Tesfaye

Finally, the Whiteley-Statham marriage exercised, as always, their role as the most sophisticated couple, for which Rosie donned a white maxi dress that evoked more the classic Greek figures than the Matrix. 

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Jason Statham and Rosie Huntington-Whiteley

As it is never too late if the intention is good, or at least that is what my mother says, I will take the opportunity to make a small paragraph in a fundamental section, the theme. Baptized as “Manus x Machina: fashion in the age of technology”, could be described as what would be obtained by fusing the sixties space designs of Courrèges with the set design of Star Wars. 

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It is no secret that advances in the field of technology constitute one of the most fundamental parts of our lives, so much so that both the most advanced and the most recent generations have come to depend on the devices that are part of our daily lives. 

There will be those who see this as an unfortunate reality and others who appreciate the presence of these gadgets, but leaving subjective statements aside, we must all admit that countless laborious processes have been simplified thanks to technology. However, it’s undeniable that this has not only increased working conditions, quality and life expectancy, general well-being and comfort at great levels, but has also triggered a series of consequences that have gradually spread to the rest of the areas that make up the world as it is, and as we currently know it. 

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In fashion, from a purely technical point of view, we can talk about how easy it is now to make a pattern compared to the enormous mathematical and manual work that it used to entail, or we can also turn our attention to textile manufacturing and see how it has progressed the elaboration and confection procedures. 

Nonetheless, on a more creative and therefore abstract level, we can also establish a clear link between these innovations and the trends that have emerged as a result of their arrival. By way of illustration, the decade of the 1990s with its simple silhouettes, basic combinations and neutral colors clearly shows the influence of technological launches such as the mobile phone, laptops or compact televisions; and the explanation is easy to understand, the less complicated it is to carry out mundane actions, the more we want what we wear to be equally as simple. 

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Alice Silverstone

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Naomi Campbell










So it's no wonder that the red carpet for the celebration was littered with metallic effects, clean lines, retro-futurism, gray scales and outrageous accessories. Kate Hudson, wearing Atelier Versace, was one of the guests who best captured the essence of the night by finding the balance between elegance and a steel shell. 

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Kate Hudson

FKA Twigs opted for a cream color that on first instance would not evoke the desired sensation, but that in the company of the corset and the jewelry that complement the styling, constitutes a work of art by Versace. 

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FKA Twigs

The dark hair of the versatile Emma Stone was not the only pleasant surprise that she caused at the Met, her Prada dress was also a delight to the eye. 

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Emma Stone

Finally, it is remarkable how Betty Midler gave quite a show with her Suzanne Bartsch look, the actress is not one to disappoint.

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Bette Midler

À bientôt,
Le Chaos.

 

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